al unisono
Y mi mano tocó el cielo
al acariciar tu rostro.
Tanto lo había esperado
que la gloria me cubrió.
Tu mirada me elevó
mil veces en la esperanza,
de poder tener tu amor,
y todo se iluminó
en mi alma esperanzada,
cuando fue tu mano de hombre
que hizo que mi esperanza
fuera una realidad.
Y hoy,
nos miramos a los ojos,
mucho queda por vivir.
Llevaremos de por vida
gravado en el corazón,
cada roce, cada beso,
cada suspiro de amor,
que hemos vivido al unísono,
al unísono, tu y yo.
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