Tarde
Y por las noches, la luna
acompañaba el encuentro.
Acurrucada en su pecho,
junto a su alma, en silencio.
Sólo besos y caricias,
y de vez en cuando un ruego:
"Fálame d’amor", pedía,
pero que sea en "galego".
Y su voz y su ternura,
acariciaban su cuerpo,
con los sonidos más dulces
que jamás había escuchado.
"No te olvidaré- le dijo-
te llevo dentro de mi alma"
y se alejó de su lado.
1 comentario
Pedro -
Las visitas de uno "matan" a las del otro.
Mi opinión es que dejes activo solo el más antiguo.
Tienes un blog bien florido.
Saludos