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marte

Rimas

Rimas Tomaste mi mano.
Te miré a los ojos.
No entendía nada.
Y rodeaste mi cintura,
y tomaste mi barbilla,
y me besaste en la boca.
Y así te entregué mi vida.
Y todo se oscureció,
y ya no recuerdo nada,
sólo caricias y besos,
que poblaron nuestra cama.
Luego el silencio, la paz,
el abrazo prolongado.
Y así me enseñaste a amar
de la manera más clara.

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